Ir al contenido principal

Espero que sepas que te quiero.


-Hoy me encontré con un pedazo de papel entre el desmadre que archivo. 
Ojalá tuviera fecha, pero por el papel, debe de haber sido hace poco más de un año. Muchas veces pensé que nunca iba a querer a otra persona después de la primera gran ruptura de mi corazón, pero, afortunadamente me equivoqué en la predicción. Qué excepcional es la capacidad de sanar, de aprender de la manera en que quisimos, y de querer de nuevo. Siempre a diferentes personas, en diferentes momentos de nuestras vidas. Yo he vuelto a querer y sé, que lo volveré a hacer.

G.
Espero que sepas que te quiero.
Que te quiero aquí, conmigo;
Pero que también te quiero allá donde eres feliz, incluso sin mí.
Me gusta saberte libre, 
quizá eso sea lo que más me gusta de ti.
Me gusta que eres diferente. 
Y me refiero a mí y a todos los que estuvieron antes que ti. 
Quizá no muchos, pero los suficientes para saber que la forma en que me gustas, es especial. 
Quizá lo realmente especial va más allá de lo que somos y se remonta a lo más sencillo, 
la complicidad de estar, sin ataduras, el compromiso que no existe, 
la mecánica de lo espontaneo.
Espero que sepas que hoy te quiero y que mañana también te querré, 
Por la sorpresa de tu vida, en la monotonía de la mía.
Y que, te quiero quizá más de lo que me gustaría hacerlo, porque aun no suelto los miedos,
y sin embargo, ¡Te estoy queriendo!





Yo siempre enigmada con la vida.

Danie Ella

Comentarios

Entradas populares de este blog

Veo humanos, pero no humanidad.

¿Te has fijado como somos de indiferentes las personas? Como no reaccionamos, no nos importa, la indiferencia es peor que las otras actitudes. ¿Ves como somos soldaditos?  Hechos para obedecer y no preguntar. Parece que la sociedad esta dejando de evolucionar, no mejoramos, estamos destruyéndonos, parece que avanzamos, pero PARA ATRÁS. He querido cambiar las cosas, una, diez cien veces. Me siento tan enojada, no puedo ser la única con ganas de cambiar. Claro siempre te dicen que empieces por ti misma, ¿Y sabes por qué te lo dicen? Sí, porque es lo más difícil. Pero después de haberlo intentado y de haber fracasado tanto, me he sentido tan vacía, tan ridícula, tan frustrada. Y luego tan yo, como siempre; tan yo. Y no sé que es, siento que estoy equivocada, espero que alguien conteste a tantas interrogativas que de todo surgen. Pero, ¿sabes qué? Nunca nadie lo hace y eso me lastima tanto, ¿Por qué se aferran en hacerme sentir tan mal? ¿Por qué siempre quieren hacerte ve...

Es fin de año y no pude evitar escribirte.

Papá, estoy en Montevideo. Qué lugar lindo, debo decir, acabo de dar una vuelta y mire una casa como aquella que te gusta que está en Bosques, que cuando íbamos a misa y pasábamos te decía: yo te la voy a comprar. He pasado por Santiago, por Buenos Aires y ahora estoy hirviendo aquí en frente al mar. Quise empezar esto así, pero sabes que estoy llena de nostalgia, naturalmente porque nací contrariada con la vida y aumentado por estas fechas que se recuerda mucho a la familia y que lejos uno se da cuenta que hasta lo más mínimo es lo más maravilloso. Estoy haciendo un recuento de los daños, bueno quiero decir de este año y de doce meses he pasado cerca de siete fuera, y yo sé que esto debo de aprovecharlo, que hay pocas oportunidades así pero soy débil y todo me recuerda a casa, a la abuela, a la ciudad, a Ringo (nuestro perro). Vos sabes cuánto vivo atada a la nostalgia. Y es cierto también, que es bueno viajar, mira de cuantas cosas me he dado cuenta, cuanta pertenencia tengo haci...

Tara, ¿mi gata?

¿Qué sabemos del vacío en realidad? A veces (seguido), me parece irónico que siendo lo que es esa palabra, sea una sensación tan exhaustiva, decir que está vacío es como decir que no hay nada, pero al mismo tiempo, ese vacío lo ocupa todo. Decir que no hay nada no es tan cierto, pero es una manera de relegar todo, de tirarlo a un segundo plano. Y decir que Tara ocasionó el vacío más profundo en mi vida, no es para nada una exageración. Ahora no hay nada y al mismo tiempo un pensamiento sostenido que gira a su alrededor. Se fue Tara, salió de casa, se perdió. Siempre digo ¡Tara es mi gata! (o, ¿era?), pero Tara nunca fue mía, Tara sólo me escogía para brindarme su compañía. Tara era de ella y de la naturaleza que la hizo increíblemente perfecta. Tara es el nombre que le puse y me parecía profundamente impecable para esos ojitos que se expandían cuando ella me miraba, cuando jugábamos y seguía sigilosamente mis dedos en la orilla de mi cama. Tara no era mía, pero como humana, me gustaba ...