Ir al contenido principal

Sobre la monotonía.

Hoy es martes, y si estuviera allá, seguramente como cada martes iríamos al cine. Supongo que no es casualidad que en la distancia quiera estar allá y cuando estoy allá quiera estar viajando. Estoy aprendiendo mucho en la distancia, en la soledad y en la observación.
Supongo que es normal en personas normales con tiempo en sus relaciones que la monotonía llegue a visitarlos y esté insistiendo en la posibilidad de quedarse. Es normal que las cosas cambien y que el tiempo haga de nosotros personas distintas, es normal que el recelo aguarde en cada corazón y el resentimiento por algunas cosas pequeñas que han pasado también se haga presente en cualquier momento inesperado, supongo que es normal que el amor caduque un poco y que se vaya apagando el romanticismo. Supongo y vaya que quiero suponer.
Pero la verdad es que estoy asustada de que esto no sea normal, que sea víctima de un virus que se come mi relación, pero tengo que confesar que me aterra más tu indiferencia que me hace suponer (sí, de nuevo) que estoy loca, que veo cosas que no son, que creo situaciones que no existen y que todo está normal, como siempre. Y bueno, tengo que decir también, que estoy muy aferrada, que estoy entercada en que todo puede ir bien aunque llore demasiado, aunque no te des cuenta que estoy a tu lado, aunque no me sientas y aunque no reacciones a mis llamados de auxilio.

Ha pasado ya mucho tiempo, y tú estás aquí, sigues aquí, conmigo, medio ausente concentrado en ti, en tu trabajo, en tus amigos, en tu vida, y yo aquí también, escribiéndote cartas, escribiendo memorias, pero ya no sé si te escribo a ti o a quien eras, o a quien imaginé que fuiste. Estamos acostumbrados a estar juntos, estamos acostumbrados a hacer lo mismo todos los días, pero ¿será también que estamos acostumbrados a querernos? Yo no. Te quiero y decido cada día hacerlo, el tiempo no pasa sobre mi amor, sobre todo lo que tu sembraste y que cada día yo decido regar. Aunque no puedo asegurar que no he cambiado porque las personas cambiamos diario, y no digo que cambiar sea malo, somos diferentes a lo que fuimos, cada día lo somos, si podría asegurar que estoy aquí con voluntad de quedarme siempre, con superar la monotonía y todas las trampas posibles, con tal de ser la afortunada, la que esté contigo.


SiempreELLA

Comentarios

Entradas populares de este blog

Veo humanos, pero no humanidad.

¿Te has fijado como somos de indiferentes las personas? Como no reaccionamos, no nos importa, la indiferencia es peor que las otras actitudes. ¿Ves como somos soldaditos?  Hechos para obedecer y no preguntar. Parece que la sociedad esta dejando de evolucionar, no mejoramos, estamos destruyéndonos, parece que avanzamos, pero PARA ATRÁS. He querido cambiar las cosas, una, diez cien veces. Me siento tan enojada, no puedo ser la única con ganas de cambiar. Claro siempre te dicen que empieces por ti misma, ¿Y sabes por qué te lo dicen? Sí, porque es lo más difícil. Pero después de haberlo intentado y de haber fracasado tanto, me he sentido tan vacía, tan ridícula, tan frustrada. Y luego tan yo, como siempre; tan yo. Y no sé que es, siento que estoy equivocada, espero que alguien conteste a tantas interrogativas que de todo surgen. Pero, ¿sabes qué? Nunca nadie lo hace y eso me lastima tanto, ¿Por qué se aferran en hacerme sentir tan mal? ¿Por qué siempre quieren hacerte ve...

Es fin de año y no pude evitar escribirte.

Papá, estoy en Montevideo. Qué lugar lindo, debo decir, acabo de dar una vuelta y mire una casa como aquella que te gusta que está en Bosques, que cuando íbamos a misa y pasábamos te decía: yo te la voy a comprar. He pasado por Santiago, por Buenos Aires y ahora estoy hirviendo aquí en frente al mar. Quise empezar esto así, pero sabes que estoy llena de nostalgia, naturalmente porque nací contrariada con la vida y aumentado por estas fechas que se recuerda mucho a la familia y que lejos uno se da cuenta que hasta lo más mínimo es lo más maravilloso. Estoy haciendo un recuento de los daños, bueno quiero decir de este año y de doce meses he pasado cerca de siete fuera, y yo sé que esto debo de aprovecharlo, que hay pocas oportunidades así pero soy débil y todo me recuerda a casa, a la abuela, a la ciudad, a Ringo (nuestro perro). Vos sabes cuánto vivo atada a la nostalgia. Y es cierto también, que es bueno viajar, mira de cuantas cosas me he dado cuenta, cuanta pertenencia tengo haci...

Tara, ¿mi gata?

¿Qué sabemos del vacío en realidad? A veces (seguido), me parece irónico que siendo lo que es esa palabra, sea una sensación tan exhaustiva, decir que está vacío es como decir que no hay nada, pero al mismo tiempo, ese vacío lo ocupa todo. Decir que no hay nada no es tan cierto, pero es una manera de relegar todo, de tirarlo a un segundo plano. Y decir que Tara ocasionó el vacío más profundo en mi vida, no es para nada una exageración. Ahora no hay nada y al mismo tiempo un pensamiento sostenido que gira a su alrededor. Se fue Tara, salió de casa, se perdió. Siempre digo ¡Tara es mi gata! (o, ¿era?), pero Tara nunca fue mía, Tara sólo me escogía para brindarme su compañía. Tara era de ella y de la naturaleza que la hizo increíblemente perfecta. Tara es el nombre que le puse y me parecía profundamente impecable para esos ojitos que se expandían cuando ella me miraba, cuando jugábamos y seguía sigilosamente mis dedos en la orilla de mi cama. Tara no era mía, pero como humana, me gustaba ...