Ir al contenido principal

Miseria.

No se como empezar a describir tantos sentimientos que tengo encontrados. 
Es como si estuviera viviendo múltiples vidas en el mismo instante 
y al mismo tiempo como si empezara a vivir, y también como si no hubiera vivido nada.
No he dejado de desarrollar mis teorías pero si de compartirlas.
Cada día me siento más pequeña, más voluble, más nada y menos todo.
Más cerca de irme y menos de quedarme.
Me dicen tanto que he cambiado, que no soy la misma. 
Sinceramente no me importa, me he ido a buscarme, estoy en el camino a encontrarme.
Tengo mucho que quisiera escribir, pero al mismo tiempo siento la necesidad de no hacerlo. Es complicado, mi vida lo ha sido.
Me niego a escribir un punto final a lo que somos que ciertamente es nada.
¿Cómo es que sin haber sido, estamos dejando de ser? No me lo explico. 
Pero tengo que reconocer que he estado prolongando la despedida. 
Eres una persona que se ha ganado su lugar en mi vida, 
yo siempre tan ocupada, tan ajena al mundo y tu siempre insistente, paciente.
No quiero (como se dice popularmente) romper tu corazón, 
porque sé que no rompería solamente eso sino todo tu ser. 
He intentado deshacer mis esquemas, 
he intentado quererte al menos un poco más como tu lo haces pero ¡no puedo! 
Te quiero, es cierto, pero no estoy segura de querer estar contigo, nunca lo he estado. ¿Cómo quedarme sin saber si quiero hacerlo? 
Estar por estar, así nomás. 
No puedo seguir esforzándome porque sinceramente no lo he logrado. 
Tu me has dicho tantas veces que uno quiere con la cabeza, 
pero yo no, yo quiero con lo que soy, 
yo no decido a quien querer, porque si así fuera hubiera decidido quererte, definitivamente. Veo que te doblas por mi, que te deshaces, que construyes, que escalas, 
te veo hacer todo lo que siempre quise hicieran por mi, 
sin embargo no sé si lo haría yo por ti. Quizá no.
Prefiero ser la que sufra y no la que hace sufrir, nunca me había tocado estar
de este lado, y ciertamente es peor.
Siento tanto aprecio por ti, siento tanto cariño, 
pero no siento a mi corazón emocionarse por ti. ¿Estaré haciendo mal dejándote ir?
Siento que no he sido sincera contigo, ni conmigo. 
Me siento triste de no poder corresponderte, me siento miserable, como nunca lo había hecho. No tiene caso seguir avanzando hacia ningún lado.
Tengo en mi corazón un profundo agradecimiento a ti, 
me has levantado, me has sanado y sin embargo después de curarme 
no es a ti a quien quiero (esto es conocer la miseria en persona) 
Cuando estoy contigo, me siento profundamente infeliz porque es verdad que he penetrado más allá de todo lo real y he contemplado tu amor tan vasto 
y ¿sabes por qué me siento tan mierda? 
Porque yo no lo hago, no igual, no puedo seguir así, pretendiendo algo que no siento.
Quisiera que te quedarás en mi vida, 
no hoy, no mañana, no un mes, no un año, 
quiero que te quedes a compartir todo lo poco que soy, 
quiero tenerte como te tuve al principio, fiel amante de mis letras, 
quiero que seamos lo que siempre hemos sido: nada; 
quiero que no esperes algo que no tengo para ti, 
pero yo sé que no te lo permitirías, 
me has dicho tantas veces que me quieres sólo de una forma 
¿no es posible hacerlo de otra? 
Esta es la parte que he evitado tanto tiempo, que te vayas, que dejes un vacío en mi vida, (¿error mío permitirme hacerte un espacio en ella?) ¿puedo culparme por no quererte? No, pero si por no lograrlo. Sé que he dado muchas vueltas al asunto, pero quisiera que me entendieras, quisiera no sentirme tan afligida, deplorable, llorosa, pero finalmente tan yo.
Sé que te hubieras quedado con lo poco que te puedo dar, pero no lo permitiría, yo no.
No puedo sentirme feliz estando con quien da tanto a cambio de nada. 
¿Será parte de mi instinto por la justicia? Nada es justo, pero no podría contribuir a que esto siguiera así. Perdón amor, perdón por todo, aunque no sirva de bálsamo, aunque no sirvan mis disculpas para sanar tanto que estoy destruyendo. Quizá por eso tu mamá nunca me quiso, sabía que era mala para ti.
Perdóname por irme, 
tan tarde.

Yo siempre enigmada con la vida:
Ella

Comentarios

Entradas populares de este blog

Veo humanos, pero no humanidad.

¿Te has fijado como somos de indiferentes las personas? Como no reaccionamos, no nos importa, la indiferencia es peor que las otras actitudes. ¿Ves como somos soldaditos?  Hechos para obedecer y no preguntar. Parece que la sociedad esta dejando de evolucionar, no mejoramos, estamos destruyéndonos, parece que avanzamos, pero PARA ATRÁS. He querido cambiar las cosas, una, diez cien veces. Me siento tan enojada, no puedo ser la única con ganas de cambiar. Claro siempre te dicen que empieces por ti misma, ¿Y sabes por qué te lo dicen? Sí, porque es lo más difícil. Pero después de haberlo intentado y de haber fracasado tanto, me he sentido tan vacía, tan ridícula, tan frustrada. Y luego tan yo, como siempre; tan yo. Y no sé que es, siento que estoy equivocada, espero que alguien conteste a tantas interrogativas que de todo surgen. Pero, ¿sabes qué? Nunca nadie lo hace y eso me lastima tanto, ¿Por qué se aferran en hacerme sentir tan mal? ¿Por qué siempre quieren hacerte ve...

Es fin de año y no pude evitar escribirte.

Papá, estoy en Montevideo. Qué lugar lindo, debo decir, acabo de dar una vuelta y mire una casa como aquella que te gusta que está en Bosques, que cuando íbamos a misa y pasábamos te decía: yo te la voy a comprar. He pasado por Santiago, por Buenos Aires y ahora estoy hirviendo aquí en frente al mar. Quise empezar esto así, pero sabes que estoy llena de nostalgia, naturalmente porque nací contrariada con la vida y aumentado por estas fechas que se recuerda mucho a la familia y que lejos uno se da cuenta que hasta lo más mínimo es lo más maravilloso. Estoy haciendo un recuento de los daños, bueno quiero decir de este año y de doce meses he pasado cerca de siete fuera, y yo sé que esto debo de aprovecharlo, que hay pocas oportunidades así pero soy débil y todo me recuerda a casa, a la abuela, a la ciudad, a Ringo (nuestro perro). Vos sabes cuánto vivo atada a la nostalgia. Y es cierto también, que es bueno viajar, mira de cuantas cosas me he dado cuenta, cuanta pertenencia tengo haci...

Tara, ¿mi gata?

¿Qué sabemos del vacío en realidad? A veces (seguido), me parece irónico que siendo lo que es esa palabra, sea una sensación tan exhaustiva, decir que está vacío es como decir que no hay nada, pero al mismo tiempo, ese vacío lo ocupa todo. Decir que no hay nada no es tan cierto, pero es una manera de relegar todo, de tirarlo a un segundo plano. Y decir que Tara ocasionó el vacío más profundo en mi vida, no es para nada una exageración. Ahora no hay nada y al mismo tiempo un pensamiento sostenido que gira a su alrededor. Se fue Tara, salió de casa, se perdió. Siempre digo ¡Tara es mi gata! (o, ¿era?), pero Tara nunca fue mía, Tara sólo me escogía para brindarme su compañía. Tara era de ella y de la naturaleza que la hizo increíblemente perfecta. Tara es el nombre que le puse y me parecía profundamente impecable para esos ojitos que se expandían cuando ella me miraba, cuando jugábamos y seguía sigilosamente mis dedos en la orilla de mi cama. Tara no era mía, pero como humana, me gustaba ...