Ir al contenido principal

¿Por qué me cuesta tanto trabajo dejarte ir?

¿Por qué me cuesta tanto trabajo dejarte ir?
Tengo que aceptarlo, hoy decidí hacerlo definitivamente: Yo soy la del problema.
Tengo una obsesión, no siento amor. Aunque puede que sea de alguna manera amor, amor obsesivo.
¿Por qué a pesar de tanto daño que te hace una persona te aferras a estar con ella? No lo sé. Me he creado la necesidad de algo que no lo merece: de ti. La estúpida necesidad de verte.
Recuerdo buenos momentos, pero cada vez que nos vemos, arruinamos todo. De nuevo.
Es un ciclo, el ciclo de siempre: estoy tranquila, nos encontramos, turbas mi vida, quizá te quiero, me echas al olvido, la tristeza me ahoga, el coraje me abraza, pasa un tiempo, y de nuevo viene la tranquilidad y el caos. 
Es curioso que este obsesionada contigo porque en realidad: Todo me molesta de ti.
Me molesta tu forma de ser, me molesta lo poco que te importan las demás personas, me molesta la manera en que me tratas, me irrita tu conformismo, no soporto tu manera obsesiva de ignorarme, tu afán de no creerme pero especialmente y de manera única ¡ME MOLESTA TU MANERA DE AMARME! Si es que eso puede llamarse amor también. Me molesta como me amas, porque lo dices pero no lo demuestras, me molesta porque no haces nada por estar conmigo. Me molesta, porque todo es una mentira.
No sabes querer. Es verdad, no hay manual, nadie sabe hacerlo de verdad, pero lo intentamos y en el intento lo logramos o por el contrario fallamos. Pero tu en cambio no quieres, no intentas, ¡NO NADA!
Cuando me dices que no eres feliz pienso, ¡Claro que lo eres!, hay una persona a tu lado y la quieres, de alguna manera lo haces, y en cambio pienso también, si no eres feliz ¿Por qué sigues con ella? Me llena de coraje saber que nunca intentes nada, que siempre llenes de pretextos la caja, que no hagas nada por alcanzar el lugar que quieres tener mañana.
Me avergüenza quererte porque no eres quien quisiera querer.  Eres el patán de mi vida, eres la persona que menos quisiera querer. Me molesta que no sueñes, me molesta que no quieras ser alguien, me molesta tu conformismo, me molesta tu manera de ver las cosas, me molesta que ni siquiera tengas una meta, un plan de vida. En cambio yo, yo soy constructora de sueños. Me gusta soñar, pensar en lo que quiero ser, me gusta pensar en las personas, ayudar de alguna manera y de algún modo, cambiar las cosas, crecer, superar todas las expectativas.
¡Carajo! Ha pasado mucho tiempo y tu, ¡TU SIGUES ESTANCADO! Igual, como hace algunos años, cuando te conocí. Eres el mismo, sólo que perfeccionado. Perfeccionaste tu mediocridad. Es horrible ver a las personas después de mucho tiempo y que no hayan crecido de ningún modo. Me resulta inaceptable. Pero que irónica soy, si yo sigo igual, sigo queriéndote, sigo pensando en ti.
Me dices que voy a conocer a alguien, como tu lo hiciste, pero veo pasar el tiempo, veo pasar la gente, me veo construyendo mis sueños, subiendo escalones, y no conozco a nadie. Pero en mi futuro estoy segura de una cosa: no quiero que estés en él.
Ahora recuerdo tu manera de decirme "No andes con nadie", ¡carajo! otra cosa más que odio de ti: lo injusto que eres. Quieres ser feliz y que yo no lo sea, quieres que te espere y tu no me esperas. No hay cosa más abrumadora que necesitar a alguien que no te necesita. 
No me he valorado como debería, pero tu tampoco lo haces. Me valoras poco y acepto el valor que me das. Quisiera decir que no te merezco en realidad, pero no me he atrevido a decirte ¡YA NO MÁS! Entonces lo merezco, porque no he sido valiente, no me he valorado lo suficiente, no he querido decir adiós para merecerme algo mejor.
Hay tantas cosas que me molestan de ti, pero nada comparado con lo mucho que me molesta ¡la manera en que te necesito! ¡mi obsesiva manera de amarte!.


Yo siempre enigmada con la vida:
Ella

Comentarios

Entradas populares de este blog

Veo humanos, pero no humanidad.

¿Te has fijado como somos de indiferentes las personas? Como no reaccionamos, no nos importa, la indiferencia es peor que las otras actitudes. ¿Ves como somos soldaditos?  Hechos para obedecer y no preguntar. Parece que la sociedad esta dejando de evolucionar, no mejoramos, estamos destruyéndonos, parece que avanzamos, pero PARA ATRÁS. He querido cambiar las cosas, una, diez cien veces. Me siento tan enojada, no puedo ser la única con ganas de cambiar. Claro siempre te dicen que empieces por ti misma, ¿Y sabes por qué te lo dicen? Sí, porque es lo más difícil. Pero después de haberlo intentado y de haber fracasado tanto, me he sentido tan vacía, tan ridícula, tan frustrada. Y luego tan yo, como siempre; tan yo. Y no sé que es, siento que estoy equivocada, espero que alguien conteste a tantas interrogativas que de todo surgen. Pero, ¿sabes qué? Nunca nadie lo hace y eso me lastima tanto, ¿Por qué se aferran en hacerme sentir tan mal? ¿Por qué siempre quieren hacerte ve...

Es fin de año y no pude evitar escribirte.

Papá, estoy en Montevideo. Qué lugar lindo, debo decir, acabo de dar una vuelta y mire una casa como aquella que te gusta que está en Bosques, que cuando íbamos a misa y pasábamos te decía: yo te la voy a comprar. He pasado por Santiago, por Buenos Aires y ahora estoy hirviendo aquí en frente al mar. Quise empezar esto así, pero sabes que estoy llena de nostalgia, naturalmente porque nací contrariada con la vida y aumentado por estas fechas que se recuerda mucho a la familia y que lejos uno se da cuenta que hasta lo más mínimo es lo más maravilloso. Estoy haciendo un recuento de los daños, bueno quiero decir de este año y de doce meses he pasado cerca de siete fuera, y yo sé que esto debo de aprovecharlo, que hay pocas oportunidades así pero soy débil y todo me recuerda a casa, a la abuela, a la ciudad, a Ringo (nuestro perro). Vos sabes cuánto vivo atada a la nostalgia. Y es cierto también, que es bueno viajar, mira de cuantas cosas me he dado cuenta, cuanta pertenencia tengo haci...

Tara, ¿mi gata?

¿Qué sabemos del vacío en realidad? A veces (seguido), me parece irónico que siendo lo que es esa palabra, sea una sensación tan exhaustiva, decir que está vacío es como decir que no hay nada, pero al mismo tiempo, ese vacío lo ocupa todo. Decir que no hay nada no es tan cierto, pero es una manera de relegar todo, de tirarlo a un segundo plano. Y decir que Tara ocasionó el vacío más profundo en mi vida, no es para nada una exageración. Ahora no hay nada y al mismo tiempo un pensamiento sostenido que gira a su alrededor. Se fue Tara, salió de casa, se perdió. Siempre digo ¡Tara es mi gata! (o, ¿era?), pero Tara nunca fue mía, Tara sólo me escogía para brindarme su compañía. Tara era de ella y de la naturaleza que la hizo increíblemente perfecta. Tara es el nombre que le puse y me parecía profundamente impecable para esos ojitos que se expandían cuando ella me miraba, cuando jugábamos y seguía sigilosamente mis dedos en la orilla de mi cama. Tara no era mía, pero como humana, me gustaba ...