En ocasiones y con frecuencia, al estar contigo tenía miedo de ser ahora yo quien te asfixiara, que algún día te hartaras, como se han hartado otros, que algún día me dijeras: "no te aguanto", porqué con claridad sé la insoportabilidad de mi ser, y tenía miedo del sufrimiento que aseguraba iba a sentir cuando me dejaras, y que volvería a mis días grises que me arrullaban, a mis días que empapaban mis ojos y los inundaban porque nunca se han sabido secar del todo. - ¿Por qué tanto miedo de que me dejarás? Estaba tan acostumbrada a ti, pero no, no es que fueras indispensable, tu sabes que no lo eres y yo sé que tampoco lo soy. Me dueles mucho y no sé de qué manera. No se si podamos medirla quizá de tristeza o alegría. Recuerdo tantas cosas de ti, lo primero que pienso al evocar tu persona es un fuerte latir, recuerdo que hasta pensaba "que bonito me hace latir el corazón" a veces se me olvidaba que estaba viva, siempre inmersa en tanta porquería que suelo lla...